El dinero es el responsable de la mayoría de los delitos que se cometen cada día, los políticos en lo que piensan es en llevarse cuanto más posible a paraísos fiscales, los futbolistas y famosos en defraudar hacienda, los piratas en engañar a quienes por necesidad van en busca de su trabajo, y los estafadores solo piensan en sacar todo lo posible o bien por internet, o mediante la manipulación sobre el dinero para poder hacer circular una buena cantidad de billetes falsos. Por si no fuera poco a lo que debemos enfrentarnos cada día también debemos ir con cuidado que no nos hagan la puñeta. La verdad que esto no es nuevo, con la peseta ya eran muchas las estafas por dinero falso que se pudieron denunciar, pensábamos que con la llegada del euro esto no sucedería y desde luego nada más lejos de la realidad ya que enseguida se pudieron encontrar billetes de euro falsificados circulando por muchas ciudades. El problema es que si das con uno estás completamente perdido ya que puedes dar por perdido el valor que pueda tener, los de cincuenta euros son los más fáciles de falsificar por lo que si de verdad te cuelan uno y en realidad es falso da esos cincuenta euros por perdidos.
La verdad que es una pena tener que andar siempre con el miedo a que nos puedan engañar, sobre todo en las grandes ciudades donde hay una gran cantidad de gente y es mucho más fácil que te puedan colar uno sin que te des cuenta. Son muchas las veces en las que me he preguntado si de verdad en muchas tiendas es necesario tener una maquina detectora de billetes falsos y la verdad que he llegado a la conclusión que no es que sea necesaria es que es obligatoria, en tiendas de ropa en las que se llena de gente, largas colas para pagar distrayendo de manera asombrosa a la cajera para colarle un par de billetes falsos. Es por eso que es verdad que toda medida de seguridad es poca ante tanta gente que aún a sabiendas que el billete no vale para nada intenta que entre en circulación fastidiando en gran medida a la otra persona. Deberíamos incluso llevarlo en el bolso y poder defendernos de quienes quieren engañarnos a la cara, ya que muchas veces son imposibles de notar.